Mi primera semana en Bachillerato ha sido bastante entretenida en cierto modo porque he conocido a profesores que en la ESO no había tenido y además me he vuelto a reencontrar con compañeros que tenía en mi antiguo colegio que han venido este año a los Salesianos Atocha.
El primer día fui nervioso porque no sabía lo que me iba a encontrar ni que compañeros iba a
tener. Luego ya vi las listas y me relaje un poco porque o pensaba que mi clase iba a ser únicamente de chicos y como mucho dos o tres chicas. Pero al parecer nos juntaron los de ciencias tecnológicas con algunos de biología.
Ya el segundo día tuvimos que entrar a las ocho y veinte y fue mortal debido a que no estaba acostumbrado, pero por suerte lo único que hicimos fue conocer a los profesores y nos explicaron como iba a realizarse su asignatura. Me asuste un poco porque nos dijeron que algunos días teníamos que salir a las cuatro porque nos tendremos que quedar al laboratorio. Por lo cual me tendré que ir a entrenar directamente desde el colegio sin comer, cosa que no me molara mucho.
El lunes fue nuestro tercer día y yo no me acordaba de que entrabamos a las ocho y cinco y me entere vía wathsapp por un compañero cuando yo todavía estaba en la cama. Me tuve que levantar corriendo, asearme y en cinco minutos estar en la calle. Por suerte llegue bien a la primera clase. El lunes ya fue algo más duro porque ya empezamos a dar materia. Luego tuvimos que salir a las tres menos veinte, algo que tampoco me molo mucho.
El martes fue poco más o menos como el lunes, lo único que me sorprendió fue que en educación física en el calentamiento tuvimos que dar cuatro vueltas al campo en vez de una como el año pasado. Que no es que yo sea vago, es más, yo hago atletismo, pero me pareció extraño.
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