Mi primera semana de bachillerato en verdad ha sido mucho mejor de lo que esperaba, aunque el primer día de presentación me encontraba un poco perdida con mi hermana gemela ya que nos dimos cuenta de lo grande que este colegio en comparación con el liceo italiano que es del colegio que venimos.
Me
gustó el sistema de educación ya que también es nuevo para mí porque el sistema
italiano no tiene nada que ver con el español
y ya estaba acostumbrada.
La verdad los primeros días fueron un poco
confusos ya que en principios iba a estar en la misma clase que mi hermana y al
final por distintas razones hemos acabado separadas en dos clases, pero nunca
he estado con ella así que no me ha supuesto ningún cambio.
Desde el primer
momento me ha sorprendido bastante la cantidad de alumnos que hay tanto por
clases como por curso ya que en mi antiguo colegio al ser italiano éramos
pocos, sobre todo a medida que avanzan los cursos porque los italianos suelen
volver a su ciudad para terminar los estudios o tienen que volver por el
trabajo de sus padres. Y siempre por las mismas razones también me ha resultado
un gran cambio respecto a las instalaciones y el poder salir a la hora del recreo del colegio, pero el que creo que más
me afecta diariamente es la distancia de mi casa al colegio, este año tardo
aproximadamente unos cinco minutos que no es nada comparado con los años anteriores que tardaba una media
hora. Otra razón por la que noto el gran cambio es el cambio de un colegio en
el que la asignatura de religión es optativa a directamente un colegio
religioso del que hace parte una iglesia y una cripta.
Pero en general a medida
que ha ido pasando la primera semana me he ido acostumbrando bastante bien y he
ido conociendo tanto a los profesores que me han sorprendido respecto a las
ideas que tenía y a los compañeros .
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